Plantas
carnívoras por Wikipedia…
Una
planta carnívora, también llamada planta insectívora, es una planta que obtiene
parte o la mayoría de sus necesidades nutricionales (pero no de energía)
mediante la captura y el consumo de animales y protozoos, normalmente insectos
(además de otros artrópodos). Estas plantas crecen generalmente en lugares
donde el suelo es pobre, en especial en nitrógeno, como las tierras ácidas
pantanosas y los farallones rocosos. Charles Darwin escribió el primer tratado
conocido sobre estas plantas en 1875.
Se
piensa que el hábito carnívoro ha evolucionado en, al menos, 10 linajes
separados que se encuentran representados por más de una docena de géneros en
cinco familias. Éstas incluyen alrededor de 630 especies que atraen y atrapan a
sus presas, producen enzimas o bacterias digestivas y absorben los nutrientes
resultantes. Además, más de 300 especies de plantas protocarnívoras en varios
géneros muestran algunas, aunque no todas, de estas características.
Existen
distintos tipos de plantas carnívoras, dependiendo del mecanismo de captura
utilizado.
Pinzas
Es
el mecanismo de la venus atrapamoscas (Dionaea muscipula), junto con la
Aldrovanda vesiculosa. Son las dos únicas especies que tienen tal mecanismo. El
insecto o animal pequeño es atraído por un néctar dulce, se posa en la hoja y
cuando roza los cilios detectores se cierra automáticamente. Las espinas de los
bordes impiden el escape de la presa.
La
presa dentro se mueve, y estimula la secreción de jugos digestivos para su
desintegración, que dura varios días. Una vez digerido el insecto, la hoja se
desprende de su tallo original para dar lugar a una nueva hoja y poder repetir
este proceso.
Pelos
pegajosos.
Pinguicula
gigantea: las hojas están cubiertas de mucosidad que producen las glándulas que
sirven a la planta para la captura de pequeños insectos.
Es
el mecanismo usado por Drosera, Byblis, Drosophyllum y Pinguicula, entre otras.
Drosera posee hojas en rosetas pegadas al suelo que segregan un fluido viscoso
con un aroma similar al de la miel.
Cuando
un insecto se posa en la hoja, queda atrapado en los pelos pegajosos. Después
los tentáculos de Drosera se curvan hacia adentro hasta que se cierran. Puede
tardar desde un minuto a varias horas en cerrar y transcurren entre 7 a 14 días
hasta que los tentáculos se vuelven a abrir completamente.
Cultivo:
Cultivo
de Nepenthes rajah y otras especies.
Aunque
las distintas especies de carnívoras poseen diferentes necesidades de luz
solar, mezcla de sustrato o humedad, todas comparten algunas de estas
necesidades. La mayoría requiere agua de lluvia, agua destilada, desionizada
por ósmosis inversa o acidificada hasta un pH de 6.5 con ácido sulfúrico. El
agua corriente contiene minerales (en especial sales de calcio) que se
acumularían hasta matar la planta. Este es el motivo por el cual la mayoría de
las plantas carnívoras ha evolucionado en sustratos ácidos y pobres en
nutrientes y son, en consecuencia, extremadamente calcífugas. Por tanto son muy
sensibles al aporte continuado de nutrientes en el suelo. Ya que la mayoría
vegeta en pantanos, casi todas son muy intolerantes a la sequía, por lo que en
verano hay que colocar la maceta sobre un platillo con agua. Sin embargo, hay
excepciones, como las tuberosas drosera que requieren un periodo seco en verano
(reposo), y Drosophyllum lusitanicum que requiere condiciones mucho más secas
que la mayoría.
Las
plantas cultivadas en el exterior normalmente obtienen insectos más que
suficientes para alimentarse adecuadamente, aunque en ocasiones se les deben
suministrar manualmente para suplementar la dieta. Sin embargo, estas plantas
son incapaces de digerir otro tipo de alimentos que no sean insectos, como
trozos de carne, por ejemplo, ya que estos se pudrirían en el interior de la
trampa causando la muerte de toda la planta. Es raro que una carnívora muera
aunque no atrape ningún insecto, lo que puede afectar es a su crecimiento. En
general, lo mejor es dejar que estas plantas utilicen sus propios recursos: las
causas más comunes de muerte para una Venus atrapamoscas, son, además de
regarla con agua del grifo, intentar forzar su trampa para alimentarla.
Salvo
un par de especies, Nepenthes y Pinguicula, que vegetan bien a la sombra, la
mayoría requiere luz brillante o pleno sol, para estimularles a sintetizar los
pigmentos rojo y púrpura de la antocianina.
La
mayoría vive en los pantanos y las demás, generalmente, en regiones tropicales,
por lo que requieren un alto grado de humedad. Estas condiciones se pueden
imitar en el cultivo doméstico o a pequeña escala colocando las plantas dentro
de un recipiente mayor con el fondo cubierto de guijarros que se mantengan
constantemente húmedos. Las especies pequeñas de Nepenthes vegetan bien en un
terrario.
Muchas
especies son originarias de regiones frías, por lo que pueden cultivarse en un
jardín húmedo durante todo el año. La mayoría de las especies de Sarracenia
tolera temperaturas por debajo de 0 °C, a pesar de que casi todas son oriundas
de la zona suroriental de Estados Unidos. Las especies de Drosera y Pinguicula
también toleran estas temperaturas. Sin embargo, el género Nepenthes, que es
tropical, requiere entre 20 a 30 °C para prosperar.
El
sustrato más adecuado para las carnívoras es una mezcla 3:1 de turba de
Sphagnum con arena ácida del tipo usado para horticultura (la fibra de coco es
un sustituto más ecológico que la turba). Nepenthes crece bien en un compuesto
para orquídeas o simplemente en musgo de Sphagnum.
Irónicamente,
estas plantas son propensas a sufrir infestaciones parasitarias de áfidos o
cochinillas. Los ataques menores se pueden eliminar a mano, sin embargo las
infestaciones masivas requieren un insecticida. El alcohol isopropílico es
efectivo como insecticida tropical, particularmente para cocoideos. El Diazinón
es un excelente insecticida sistémico tolerado por la mayoría de las
carnívoras, así como el Malathion y el Acephate.
Pero
aunque las plagas de insectos puedan ser un problema, el mayor asesino de
carnívoras (además del maltrato humano) es el moho gris (Botrytis cinerea).
Éste medra en condiciones cálidas y húmedas, convirtiéndose en una seria amenaza
en invierno. En cierta medida, se puede proteger a las carnívoras de regiones
frías, manteniéndolas frescas y bien ventiladas y asegurándose de retirar las
hojas muertas con regularidad. Si aun así el hongo ataca, será necesario un
fungicida.