domingo, 10 de noviembre de 2013

7: El Despertar...



Mientras la Doctora Nena se despierta de un letargo por mucho tiempo en perfecta dormición, percibe en su mente una asexuada y dulce voz que le habla a manera de suaves “casi comandos” y le instruye: Cuando toma conciencia de la experiencia, ella la llama en sus pensamientos simplemente “Mi Voz”: Llena de tubos y aparatos, pero sin haber perdido su primaria belleza de mujer de piel azul cielo, cabello rubio y de osamenta artificial, además de su prodigiosa memoria; acaricia, como puede… a Séfer que estaba acostado a su lado llorando de alegría pero también de pesar. Tampoco le pregunta, como disimulando, además de que no tenía muchas fuerzas aún, Séfer le dice toma… bebe… es “magma verdaderamente real” sabor a helado de cacao con menta (tu preferido)… Ella toma un poco… e inmediatamente besa sus lágrimas y solo le dice: “Ya… ya… tranquilo… bebé”.  Lo que sea que te pasa se va a solucionar. Pero palpitan en su corazón malos presagios… por estas lágrimas tanto saladas como dulces para su paladar… venidas como lluvia de Inmensidad…

Abruptamente entran a la recámara principal del Palacio: doctores jóvenes y desconocidos: la Dra. Nena se impresiona ante esta afirmación: debemos hacerle los exámenes de rigor… después de cuatrocientos años de sueño ininterrumpido… por favor Su Majestad: Señor y Capitán Séfer Puntiagudo abandone la habitación de inmediato…

Mientras la examinan estando ella aún como un poco dormitada: Los mandatos mentales de “Mi Voz” continúan diciéndole lo siguiente: Mucha es el agua que ha corrido durante tus sueños: En el fondo: Nadie sabe qué es la vida; andan de aquí para allá… y no saben (o no quieren saber) que aquello que es blanco y hermoso, se puede volver negro y nauseabundo… como el torrente sanguíneo de un niño recién nacido… que se ha contaminado con la más terrible enfermedad por un error.  Pero eso no sucederá en Onírica… donde, obviamente se confunden las mentes con aparentes fantasías (que tienes que desarrollar en tu conciencia) y combinar con realidades transitorias, a las cuales hay que renunciar… Nena dice, mientras la tocan y examinan por todas partes: Así será… Así será… porque nadie sabrá jamás qué fue fantasía y qué fue realidad…

Entonces Nena reflexiona delirante “en voz alta” mientras la siguen jorungando: La vida es un Misterio, tanto como si tratáramos de entender en  plenitud a Inmensidad: No le busquen tantas respuestas a la Vida, solamente hay que sobrevivirla… llevarla a cuestas… arrástrala… despedazarla… amarla… amarrarla y al final: jamás odiarla… porque no la han creado, no somos responsables de ella… tanta tinta “negra” ha corrido… en vano… ¿la razón? ¿Qué van hacer con la razón? Detesto la razón… más lindos son los espejismos que sacian la sed del Alma: como mi magma verdaderamente real… ¿No son los sentimientos… el amor… los que mejor conocen el no saber de  razón…? y la Dra. Nena se carcajea sola ante la mirada impávida de los presentes… los doctores… porque para esa cultura ella es la respuesta existencial y la responsable de todo… o casi todo…

Continúa su discurso: Si Inmensidad no nos revela qué es Él… de principio a fin: y nosotros no llegásemos a entenderlo a plenitud… la vida aquí o en el más allá será un misterio y eso es lo más fascinante: una curiosidad insatisfecha para siempre… para siempre… para siempre. Sin principio ni final…  tantas torres de Babel que han intentado llegar a Dios… se derrumbarán… estrepitosamente, como ya ha ocurrido... Y entonces se vuelve a carcajear un rato… hasta que se tranquiliza… si… la vida es un misterio no develado… y queda ligeramente dormitada…

Cuando Nena está sola y un tanto más recuperada, se desnuda y enciende un cigarrillo y comienza a mirar la vista panorámica por el ventanal: De repente alguien irrumpe en el dormitorio y la asusta un poco: Con una voz apacible, joven y suave: ¡Diga Su Majestad Serenísima e Inquebrantable…! y se arrodilla en postración: Dra. Nena… deme la orden y yo lo hago… le dice la Reilona Agatha (entrando a traer el desayuno…); diciendo: cuanto polvo… debo limpiar todo… cuando termine de comer me desaloja el cuarto… Nena solo le dice de mala manera: no tengo apetito, no seas exagerada, trátame con más naturalidad… esta habitación está pulcra y en asepsia ¿No te das cuenta?: es prácticamente un quirófano; únicamente sírveme un café negro como tú sabes que me gusta, tapando su desnudez.


Y Agatha se siente subestimada y triste… no entiende ni sabe, que a pesar de ser la Reilona más intima,  que el mundo interior de Nena está en plena ebullición, aunque Nena no suele tratar a la gente mal…  no está en estos momentos para esos protocolos… sin embargo Agatha se sonríe cortésmente parpadeando mucho… y solo dice plena de alegría, está bien Su Majestad Serenísima e Inquebrantable, perdóneme, todos estamos contentos de que haya vuelto… y se retira caminando sin dar la espalda… presionando su camafeo contra el cuello con sus manos y mirando al suelo y a los lados… desconsolada… y muy pensativa… reflexionando en su mente que no debe ser fácil abrir los ojos y enterarte de que llevas cuatro siglos dormida…