domingo, 10 de noviembre de 2013

8: La Inspección...



Ya atardece: Nena toma una ducha de Magma Real y sale a inspeccionar su Palacio, todo parece estar en su lugar… luego da unas vueltas por la Colonia Nena: todos se arrodillan ante ella mientras va pasando; estas cosas le molestan… pero tiene que soportarlas, quisiera ser un poco más anónima; la gente de la Colonia lo sabe y realiza estos actos de devoción y respeto con discreción, algunos besan sus manos…  o sus pies… mientras que de ella emana bioluminiscencia azul… cuando -poco a poco- va regalando sus joyas...

Ahora la Colonia Nena se llama Onírica –en honor a los cuatrocientos años de dormición de la Dra. Nena- y las cosas parecen normales con obvios pequeños cambios, y se topa con una linda niña indigente        -cosa que se desconocía en este mundo: la pobreza- que, en un rincón,  habla en voz alta consigo misma…

La niña, en un dulce monólogo donde no se da cuenta que la están mirando y escuchando, desde un sitio escondido,  reflexiona: “No sabemos qué es la Vida, mírala: tiene color,  sabor y  olor: la he colocado en este frasco que una vez estuvo vacío, para poder observarla desde todos sus ángulos… ahora tiene una luciérnaga adentro para que la alumbre (a la Vida), también de un lado le coloqué algo de tierra y una semilla que ya está en flor. Todos los días no le falta su gota de agua, cuando oscurece la destapo para que lleve luz de Luna y tarde en la noche…  viene un sapito que quiere entrar y me despierta, pero yo no lo dejo entrar. Aunque me gustan sus sonidos, en el fondo me gusta que quiera entrar al hogar que le he hecho a la Vida, pero algo me dice que no…”.

“Mi Voz” le dice a Nena: mira a esa niña como habla sola… oye que lindas cosas dice: esa eras tú y tus ocurrencias, hablando en tan tierna edad contigo misma…

Entonces Nena se acerca un poco temerosa e interactúa consigo misma: ¿Eres un sueño, una visión  o un recuerdo? Temblando, con su delicada mano azul,  trata de tocarla, y le dice:   Que tierna niña… ¿Cómo te llamas?: Estás calentita: ¿Qué cómo me llamo? Sonriendo responde, Simplemente Nena… Señora: observe a la Vida que hay en el frasco… Señora Azul: asombrada le dice la niña, ¿Usted no es la Doctora Nena?, tiene la piel azul. Y allí se reconocen mutuamente… y se estrujan con mucha emoción… te necesitaba mucho… se dicen una a la otra… al unísono… ¿Y porqué juegas con eso?: ¿No tienes juguetes…? ¿Ni muñecas…? No, ¿Tienes amiguitas y amiguitos? La niña en “casi” un puchero asiente: Tampoco… estoy muy sola… Nena le asegura: No importa ya vas a tener bastante familia y compañía…

Nena inmediatamente actúa: Vamos a colocarle una gotíca de Magma Madre a tu Vida… tanto en el frasco como otra en tu boquita… entonces el frasco se quiebra creciendo en segundos desmesuradamente un grandioso árbol… de donde salen decenas de aves volando y trinando frenéticamente a todos los puntos de la Tierra... cual si se tratase de aves mensajeras…
  
Ya va cayendo la noche y la Luciérnaga se reproduce en miles de ellas, que las rodean en círculos brillando, mientras que la niña queda de alguna manera ungida… ya no es una visión alucinante, ahora pertenece a este mundo… Nena le aconseja… solo te digo: recuerda tener siempre cerca una planta carnívora… dan buena suerte… la Niña se pregunta ¿Qué es una planta carnívora? Ya lo sabrás… seguro lo sabrás… 

Las luciérnagas les alumbran su camino a casa… Y la niña, mirando a Nena reflexiona en su mente que no debe ser fácil abrir los ojos y enterarte que llevas cuatro siglos dormida...