martes, 4 de marzo de 2014

1: Breve Semblanza del Autor...

 


Nací en Caracas, Venezuela en 1970. Estudié en la Universidad Central de Venezuela la Carrera de Estudios Políticos y Administrativos.  Y gané un premio de Literatura por el Cuento de Diez páginas llamado “En Ninguna Parte” en el año 2007 otorgado por la Casa Nacional de las Letras “Andrés Bello”: Era primera vez que concursaba.  Lo demás pueden verlo en el Link que es mi Curriculum Vitae con el que suelo presentarme en los espacios virtuales. Que combina aspectos personales, literarios y profesionales…

2: Sin Final...




La inmortalidad y la vida eterna coinciden en, un mismo punto en común: la existencia indefinida o infinita que consigue burlar la muerte. No obstante, la diferencia, de la una con la otra, radica en su significado implícito (o lo que en si mismo encierran estas dos expresiones): por un lado la expresión 'vida eterna' da la idea de 'que una persona, tiene vida indefinida, pero siempre condicionada a, que factores externos, lo permitan' (como por ejemplo, en la religión: un Dios Supremo, lo permita; en la filosofía: que el alma trascienda a la muerte; en la ciencia: que se pueda reprogramar el ADN) mientras que la expresión 'Inmortalidad' en cambio, sugiere la idea de 'que a alguien, no se le puede matar; ni siquiera, por condiciones extremadamente nocivas o invivibles (como se piensa en algunas religiones singulares: de tener la esperanza de ni siquiera morir ante el poder de un Dios Creador; en el campo científico: transferir los pensamientos del cerebro de uno a un ente artificial e indestructible a los elementos). En definitiva, la inmortalidad supone más que la evasión a la muerte, pues consiste aún en poseer (por decirlo así) la garantía de, no poder ser destruido (y en la religión: ni siquiera, por un Dios Todopoderoso). A través de la historia, los humanos han tenido el deseo de vivir para siempre y de no ser destruidos jamás, ni siquiera, por alguna llamada "Divinidad". Fuente: Wikipedia...